Coincidió con el estreno de la última película de Hayao Miyazaki, Ponyo en el acantilado.
La única pega que le pongo a este señor es "tirar" de Wagner tan descaradamente.
Por desgracia es una costumbre bastante común entre los compositores de bandas sonoras.
No obstante merece la pena.
Otro día hablaré de Studio Ghibli
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